El gobierno de Axel Kicillof salió con los tapones de punta contra un proyecto que busca perdonarles a los municipios las deudas contraídas durante la pandemia. Aunque la iniciativa cuenta con respaldo de sectores del kirchnerismo y parte de la oposición, en La Plata dicen que se trata de una jugada inconsulta que pone en jaque la caja provincial. El miércoles se espera una sesión caliente en la Cámara de Diputados bonaerense. El que salió a marcar la cancha fue Carlos Bianco, el ministro de Gobierno y escudero político de Kicillof. “Ese proyecto no fue articulado con nosotros y afecta recursos de la provincia. No se puede jugar así”, disparó en una conferencia. En su relato, el problema arrancó cuando no se aprobó el Presupuesto y ahora se intenta remendar con una ley lo que debió estar acordado antes. El trasfondo son los fondos que la provincia distribuyó en plena emergencia sanitaria: más de $16.000 millones entre asistencia general y ayuda para pagar sueldos municipales. El acuerdo era que se devolviera el dinero. Pero varios intendentes —algunos bien peronistas— no pagaron y la Provincia empezó a aplicar retenciones. Ahora, con el proyecto sobre la mesa, algunos jefes comunales cercanos al cristinismo quieren barajar y dar de nuevo: que se perdonen las deudas. En el Ejecutivo ven esto como un doble juego. “Nos quieren apretar desde la Legislatura”, se quejan cerca del gobernador. Desde el otro lado retrucan: los fondos vinieron de Nación, pasaron por la Provincia como un buzón administrativo y no deberían computarse como deuda. Hay chispazos, y no sólo con la oposición: el fuego cruzado es dentro del peronismo. La sesión que se viene pinta para alto voltaje. Y en un clima de tensión política creciente, la pulseada por la caja entre gobernación e intendentes suma un nuevo capítulo.